La cuadrilla con Vicente Barenas “Cuendas”, como más veterano, pues ocupa el puesto de director de lidia, en el patio de caballos del coso corellano, momentos previos al inicio del paseíllo. ¡Que Dios reparta suerte!
En cuanto a corellanos aficionados al arte de Cúchares, según información recogida en programas del “Tonel” y otros documentos revisados, sobre los años 1930s figuran J. Ayala “El Chano”, Victoriano Atienza “El Gordillo”, Fernandito Sesma, Santiago Sanz “El Gorro” panadero y su primo “Finito”, Andrés y Julián Liroz “Rapatanes”, Vicente Domínguez, Santiago Catalán “Minguillo” y entre el personal de sus respectivas cuadrillas estaban “El Montera”, “El Candiles”, Pablo Gil “Nariz”, “Sinmudal”, Pascual López “Campanillas”, Prudencio Arriazu “Matucaña”. El orgullo de las cuadrillas era tener un torero entre sus amigos, así se divertían los corellanos durante las fiestas.
Otros aficionados fueron “Arrate”, Sebastián Igea Liñán “Chápela”, Fermín Fernández “Conquistas”, Juanito Gil “Regulares”, Antonio Garito Monreal y mención especial merece Vicente Barenas “Cuendas” que como torero, aficionado y conocedor del toro, tuvo cierta relevancia. En su bajera en la Plaza de los Fueros tenía expuestos unos magníficos carteles taurinos.
En los años 1940s, Ramón Villanueva Sesma “Villanueva”, corellano nacido en 1926, tuvo varias actuaciones en festivales celebrados en Corella, Tudela y Alfaro, destacando por sus buenas maneras toreras, llegando a participar en festejos y becerradas de peñas celebrados en la plaza de toros de Pamplona, convirtiéndose en un clásico de la plaza pamplonesa en estos actos, durante siete u ocho años, en los que sus actuaciones fueron de las más elogiadas por la prensa local. Ramón falleció en Corella en diciembre de 2007.
En los años 1950s y 1960s, Matías Izal Ayala (El Golo), de la familia de los “Cristos”, nacido en Corella el 18 de febrero de 1933, con sobrenombre taurino “El Ciclón Navarro”, llegó a vestirse de luces como novillero sin picadores, practicando un toreo tosco pero lleno de fuerza y valentía. Matías falleció en Pamplona en marzo de 2001, siendo enterrado en el cementerio de Corella y en su lápida se fijó una fotografía vestido con traje de luces, recordando su gran afición taurina.
En estos mismos años, otro corellano afincado en Zaragoza, Luis Jiménez “Manduca” con el sobrenombre taurino “El Corellano”, intervino en varias becerradas y novilladas, llegando a actuar en 1953, en traje de luces, en la plaza de toros de Zaragoza una novillada sin picadores. No llegó a tomar la alternativa pero tuvo un pasodoble compuesto por dos frailes carmelitas, uno de ellos corellano, Javier García “Fortuna”.
En los años 1990s, Santiago Lázaro Monreal “Zambombillo”, también tuvo una gran afición taurina, llegando a matar becerros; creo que Santi, con la música llegará más lejos y sobre todo más tranquilo.
Otros aficionados que intervinieron en festivales, principalmente benéficos, fueron Cándido Garcés “Niño de los Piensos”, Amadeo Lázaro “Solín”, Andrés Sanz “Mendivil”, Santiago Gómez “Solano”, José Astráin “Canini”, Isidoro Méndez “Vigilia”, Félix Bienzobas “Calamocha”, Emilio Sesma “Pele”, José García “Fortuna”, Antonio Sesma “Franco”, José Jiménez “Chaflán” y otros corellanos, en distintas épocas.
