(El caballero de la izquierda es Pablo Hermoso de Mendoza)
El rejoneo es un arte muy antiguo que tuvo su apogeo en el siglo XVII. En España, durante el siglo XVIII, el toreo a pie lo relegó a segundo plano, aunque continuó siendo la base del toreo portugués.
Es a partir de 1920, con la aparición en los ruedos de Antonio Cañero, cuando se inicia el rejoneo tal como lo conocemos actualmente. Cañero es quien concibe la idea de lidiar a caballo, de la misma forma que se hace a pie, esto es, corriendo al toro, clavándole rejones, banderillas y dándole muerte a pie o a caballo.
En las últimas décadas, en el arte del rejoneo, han sido famosos los caballeros pertenecientes a la dinastía de los Domeq, Bohórquez y Peralta, principalmente, realizando todos ellos con su estilo y saber hacer, un tradicional toreo a caballo, con unos caballos entrenados a la manera andaluza, con una excelente doma y exhibiendo unos bonitos caballos de raza española-andaluza, anglo-lusos, lusitanos o hispano-árabes, siendo los de más rancio abolengo los caballos cartujanos.
Hablar de rejoneo era visualizar unos caballos, desde uno espectacular realizando el paseíllo hasta uno valiente en el último tercio, con una excelente doma y una bella estampa, manejado por alguien que clavaba banderillas y todo tipo de artefactos en el morillo de un toro, consiguiendo el entretenimiento para algunos y el aburrimiento para la mayoría.
Así ha sido en el transcurso de los años hasta la aparición en el mundo taurino de Pablo Hermoso de Mendoza, nacido en Estella el 11-04-1966, que ha revolucionado el arte del rejoneo y sus suertes introduciendo unos caballos toreros, que citan, torean y comprometen a los toros, permitiendo la ejecución de unas suertes plenas de torería y emoción.
Entre los caballos del rejoneador navarro, el más popular y primer caballo famoso ha sido “Cagancho”, teniendo una cuadra repleta de figuras equinas como “Mazzantini”, “Chicuelo”, “Fusilero”, “Silveti”, “Chenel”, “Estella”, “Caviar”, “Ícaro”, “Pirata” y otros caballos que forman parte de la propia cuadra de que dispone, en España y en Méjico. “Cagancho”, murió en agosto de 2015, con 29 años.
El rejoneador navarro ha sido un revolucionario del toreo, y aunque él afirma que todo ya estaba inventado y que sólo ha desempolvado el rejoneo antiguo, tal vez a nadie se le había ocurrido torear con engaños de raza andaluza, árabe o lusitana y con quinientos kilos de peso, ni siquiera a quienes inventaron el rejoneo.
Pablo tomó la alternativa en Tafalla un 18 de agosto de 1989.
El Club Taurino de Pamplona, en 1996, le concedió su máxima distinción nombrándole “Socio de Honor”.
El 3 de diciembre de 2003, festividad de San Francisco Javier patrón de Navarra, el Presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, entregó a Pablo Hermoso de Mendoza la Medalla de Oro de Navarra, máxima distinción de esta Comunidad Foral, concedida por el Gobierno de la Comunidad Foral, en orden a su brillante carrera, por su aportación al rejoneo, su talante personal y por ejercer como embajador de Navarra, por todas partes.
En los años 2013 y 2014, comienza a poner en práctica una nueva suerte del toreo a caballo, denominada “hermosina”, en honor a su apellido.
En la temporada 2018-2019, su hijo Guillermo, siguiendo sus pasos, ha realizado varias actuaciones tanto de forma individual como compartiendo cartel con Pablo, obteniendo diversos triunfos en este noble arte.
