En los años 1940s y 1950s, recuerdo una cantinela que se decía en los bautizos en que los familiares no echaban peladillas o caramelos: “Bautizo cagao; que a mí no me han dao; si cojo al chiquillo; lo tiro al tejao”. ¡Qué tiempos!.
0000-00-00 – Bautizo de Candela Sesma Martínez.