Para dar salida a la harina del Vínculo, preparada en previsión de falta de agua en los ríos para moler trigo en los molinos, se acuerda prohibir la venta de pan a particulares y únicamente se amase por las panaderas obligadas, que llevarán el pan a casa de Nicolás de Sierra, para su venta, que se realizará a 19 maravedíes el pan de 3 libras, sin que se pueda vender en otro paraje alguno, bajo la pena a arbitrio de su Señoría.