Entre otros acuerdos, se acordó que la víspera del glorioso apóstol San Matías, se pongan hachas encendidas en las ventanas de las casas públicas, en hacimiento de gracias a la Majestad de Dios Nuestro Señor, por el milagro que por intercesión de este glorioso apóstol obró al tiempo que se cayó la torre de la iglesia parroquial del señor San Miguel, en el año 33 (1633), siguiendo la costumbre que desde entonces acá se acuerda.
1695-02-17 – (Iluminación víspera de San Matías).
