Se acordó que, respecto de los “grandes aires cierzos” que hace muchos días andan, han sido causa de frustrar la tierra y ponerla de mala calidad, y la gran necesidad de agua, se pida, de parte de sus señorías, al Cabildo Eclesiástico, se vaya en procesión a la ermita de la Virgen Santísima del Villar, “nuestro refugio y amparo”, para que se traiga en procesión el día viernes primero viniente, trayéndose a la iglesia parroquial de San Miguel, donde toca, con toda la solemnidad que se ha acostumbrado, para que por su intercesión, su Divina Majestad, nos remedie las necesidades que padecemos y se eche bando público para que todas las cofradías asistan con sus estandartes y hachas.