Después de tomar ciertas medidas sobre riegos. Se acordó se pongan hachas encendidas en las ventanas de las casas de la Ciudad, después de mañana víspera del glorioso apóstol San Matías, en memoria de lo mucho que sus vecinos le deben, en atención al milagro que la Majestad de Dios, obró por intercesión de este Santo el año 1633, cuando se cayó la torre de la iglesia de San Miguel y haga memoria Juan de Sesma, Tesorero, del consumo de dichas hachas.
1694-02-25 – (Rememoración del derrumbe de la torre de San Miguel el año 1633).