En 1874, con la Restauración y el restablecimiento de la monarquía borbónica con Alfonso XII, las aguas volvieron a su cauce y las órdenes religiosas fueron retornando a España.
No obstante, no fue hasta el 20 de junio de 1878, cuando el carmelita corellano padre Toribio Sada, que continuaba en Corella como capellán de las monjas de Araceli, solicitó y obtuvo el restablecimiento de la Orden en el convento y se instaló en una celda del hospital.
En noviembre de 1880, el padre Toribio Sada, se presenta en el Ayuntamiento con tres Padres Carmelitas, manifestando que habían sido expulsados de Francia, solicitando permiso para asentarse en el deshabitado convento de Ntra. Sra. del Carmen, con posibilidad de, cuando el Gobierno de España lo autorizase, establecerse en comunidad como estaba anteriormente. La Corporación Municipal acuerda que por los mismos Padres Carmelitas se solicitase la autorización al Gobierno y que la Corporación Municipal informaría favorablemente.
El Gobierno autorizó la solicitud de los Carmelitas, para su restablecimiento en Corella.
En 1881 llegó como capellán del hospital el carmelita corellano Toribio de la Virgen del Carmen y en 1892 se restauró en Corella la provincia de San Joaquín. Había llegado el momento de devolver el convento a la Orden Carmelitana y proceder a la construcción de un nuevo hospital, para atención y cuidado de los enfermos.
