Según se recoge en el Libro de Actas del Ayuntamiento corellano, en sesión del 18 de junio de 1.879, los corporativos municipales, a fin de que: “pueda establecerse la venta de hielo o nieve en la temporada de verano y muy particularmente para que no falte ese surtido necesario para la curación y alivio de ciertas enfermedades”, mandó llamar a Lucio Moreno y Juan Buñuel, para informarles de esta decisión y manifestarle a Lucio Moreno su extrañeza por no haber presentado proposición para esta asunto, ante las dificultades que encontraba el Ayuntamiento para poder disponer de este suministro por el precio tan alto que se les pide, por los que ya disponen de pozos y aprovisionamiento fuera de la Ciudad. Tanto Moreno como Buñuel quedaron en realizar cada uno por su lado las gestiones oportunas y que darían una contestación.
Vicente Moreno Aliaga y su madre Juliana, ya se dedicaban a la elaboración de refrescos y parece que no estaban muy interesados en este servicio municipal.
A los pocos días se personó Juan Buñuel en las dependencias municipales y dijo que estaba esperando contestación de unos vecinos de las poblaciones de Quel y de Ágreda, siendo requerido para que las gestiones las realizase a la mayor brevedad posible. No existe constancia de nuevas propuestas de Juan Buñuel.
En una sesión del mes de julio se encomienda al Alcalde trate con Juliana Aliaga (Madre de Vicente Moreno), para que el menos pueda proveer de nieve para los enfermos hasta final de Septiembre, condición a la que por fin Juliana accedió, siempre que fuese con receta del facultativo y a unos nuevos precios. El Ayuntamiento y Juliana Aliaga se obligaron a cumplir el acuerdo.
En 1883, Vicente Moreno Aliaga solicita al Ayuntamiento autorización para “hacer un pozo para nieve en los Cabezos de Guarre, en la parte nordeste a la izquierda de la laguna”, concediéndose la autorización, previo informe de una comisión de corporativos y el maestro de obras José Arijita, señalándose, entre otros aspectos que el diámetro será de 6 metros y 50 centímetros y se le concede una extensión de 500 metros cuadrados como era para descargue de la nieve en la operación de llenado.
Mantener el servicio municipal de suministro de nieve o hielo en verano era un auténtico dilema para las corporaciones locales, en aquellos años, por las dificultades en su conservación y suministro que repercutían en el precio final, siendo motivo de litigios entre los suministradores y los ayuntamientos, ya que los corporativos abonaban por el servicio lo menos posible y los particulares lo vendían a unos precios superiores pues con nieve o hielo elaboraban refrescos y productos demandados por los vecinos.
El precio de suministro de este producto fue motivo de un litigio en el año 1888 entre la corporación municipal
y Vicente Moreno Aliaga, con intervención del Gobernador de la provincia que dictó una resolución favorable a Vicente Moreno y que el ayuntamiento se planteó incluso un recurso ante el Ministro de la Gobernación. Parece ser que el asunto finalmente se pudo resolver. Creo que este pozo fue utilizado por Vicente Moreno hasta 1905.
En Corella se tiene conocimiento de la existencia de dos neveras, una situada en el término de la “Nevería”, en la actual Avenida del Villar, terreno ocupado por la iglesia de San José de los Combonianos, actual I.E.S., y esta segunda ubicada en el término de “Guarre”, en las proximidades de la “Estanca”, cuyos restos pueden apreciarse en la fotografía.
Con anterioridad a la aparición de las fábricas de hielo, la nieve o hielo, se recogían y almacenaban en invierno para su conservación en pozos o neveras, para su posterior utilización durante el año. Los pozos o neveras estaban tutelados por los Ayuntamientos, que determinaban los derechos y obligaciones de los arrendatarios.