Yo, el Escribano infrascrito, estando juntos, después de haber tomado posesión de sus empleos, los señores D. Pablo Díez de Ulzurrun, D. Juan Virto de Vera Anchorena, D. Pedro Buñuel y Martínez, D. Ignacio de Garisoain, Roque Estañán y Pardo, Antonio Rincón y Muro y Pedro Arellano y Gascón, Alcalde y Regidores de esta Ciudad, yo, el Escribano Real infrascrito, doy fe leí y notifiqué la Real Provisión que se halla por principio de este libro, comprensiva, y que manda a todas las Justicias, dar cuenta al Sr. Presidente de la Real Corte de este Reino, de los homicidios y delitos graves expresados en ella, inserta en este libro, al principio de él, y asimismo la doy de haberles hecho notoria la ley 62, folio 150, del cuaderno de leyes establecidas en las Cortes celebradas en este Reino los años 1765 y 1766, sobre la tasa de Peones Jornaleros y demás que contiene dicha ley, para que les conste del contenido de ella y de dicha Real Provisión, y enterada su Señoría, dijo se da por notificada, no firmó por no ser costumbre. Notifique yo, Juan Renault y García, escribano.