Doy fe y testimonio yo el Secretario infrascrito, que por mandato de los señores Alcalde y Regidores de esta ciudad de Corella, que al presente son de ella, Domingo Abad, Nuncio pregonero público de la dicha Ciudad, habiendo solido con caxa, pregonó en los puestos acostumbrados, en alta e inteligible voz, los precios de los mercaderes y oficiales jornaleros y demás contemplados en dicho bando, en cumplimiento de su oficio a 10 de octubre de 1689, el cual ha pasado por mi presencia.
