Desde el traslado de mi familia a Pamplona en el año 1964, pertenecemos a la Hermandad de la Virgen del Villar, reuniéndonos los corellanos cofrades y los que deseaban acudir, el domingo de dicha festividad en la iglesia de la Milagrosa (PP. Paúles), Avda. Zaragoza, 23. En la sacristía, se guardaba una imagen de la Virgen del Villar que ese día se engalanaba y colocaba en el lado de la Epístola del altar mayor. Entre los años 1960 a 1980, se podía disponer del patio y comedor en dicho colegio y era normal la concurrencia de varios calderillos, patorrillos y costillas; prolongándose la fiesta hasta entrada la tarde. La asistencia de descendientes corellanos y familiares era muy numerosa.
Ya en el año 1934 hay constancia escrita de que se celebró la festividad de la Virgen del Villar con una misa en la iglesia de los PP. Carmelitas de Pamplona, acudiendo corellanos de Pamplona y localidades próximas, durando la celebración todo el día y compartieron tortilla, calderillo y bizcochada.
En los años 1980s y ante los numerosos desplazamientos a Corella, para celebrar la festividad, se acordó el adelanto al domingo anterior, para así continuar con la tradición de verse y saludarse los corellanos. Todavía se podía disponer de un comedor y su cocina, continuando varias familias con la tradición de, por lo menos, almorzar y oír misa. Carmelo Vallés Sesma “Licano” fue el último secretario de dicha Hermandad.
Se celebraban misas de 9 ½ y de 12 ½, siendo esta última la más concurrida. Con Marisol Bel (Esposa de Julio Guinea) al órgano y el Padre Corpus Delgado “Chatillo Balandra” al micrófono celebrando la misa, hemos cantado el himno a la Virgen del Villar, previo reparto de fotocopias con la letra, que yo realizaba encantado.
La fotografía recoge la asistencia en 1977, del Presidente del Gobierno de Navarra, el corellano Miguel Sanz Sesma, coincidiendo con un momento en que el Superior de los Padres Paúles, era el también corellano Corpus Delgado, estando presentes corellanos pertenecientes a dicha Hermandad.
Aun a sabiendas de que me olvidaré de bastantes, citaré familias y nombres de algunos de los asistentes: Carmelo Vallés “Licano” y su esposa Carmen López; Jesús Gilcuartero “Ahumau” y su esposa Mª Jesús López; la familia Sánchez-Arnedo “Sánchez” con Andrés, Mari y Adela, y sus cónyuges Isabel, Jesús e Hilario; Ángel Ochoa Eraso “Cante”, su esposa Mercedes Martínez Sanz “Moritica” y su hijo Fermín; Prudencio Sanz Lázaro “Trapero” con su esposa Margarita Arriazu Guillorme “Cieguilla” y familia; Pedro Mendoza “Mendoza”, su esposa Tecla García; Andrés Sesma “Mona” y su esposa María Burgos “Reinilla”; Marino y Jesús Ochoa Gilcuartero “Pospis” con sus esposas Francisca “Paca” y Rita; Pascual Barquín y su esposa Carmen Mendoza; Enrique y Agustín Francés Sánchez “Virutas” con su esposas Lola y Villar; Bernabé y Villar Catalán “Potoños”; Santiago Arellano “Carmelillo” y su esposa Maite Navarro; José Antonio Arellano “Carmelillo” y su esposa Marisa Gil; Julio Guinea “Guinea” y su esposa Marisol Bel; José Arellano “Tabones” y su esposa Emilia; Nabor Lázaro “Peché”; Eusebio Pérez Ayuso “Aluda”; X. Marcilla “Goloti”; Alfonso Olloqui “Banderín”; José Luis Lázaro “Zambombo; “Pilar Arellano “Fonsita” y otros corellanos, algunos de forma esporádica.
La asistencia de corellanos va disminuyendo pues los mayores nos van dejando y los jóvenes tienen otras prioridades e incluso desconocerán su existencia. El año 2011, ante la negativa de los PP. Paúles a guardar la imagen, se traslada a un domicilio particular (domicilio de Adela Sánchez) y se produce la extinción de la Hermandad y se dió por finalizada esta celebración.
En Madrid, también existió una Hermandad de la Virgen del Villar, celebrándose por primera vez el 12 de abril de 1959 y al año siguiente tuvieron su propia imagen, siendo su autor Rafael Huerta Celaya, profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Corella. Creo que la celebración se realizaba en la iglesia de San Fermín de los Navarros, en la calle Eduardo Dato, 10, de la capital de España. También Zaragoza tuvo una extensa Hermandad y una gran talla de la Virgen del Villar que, por motivos similares a lo sucedido en Pamplona, se trajo a Corella en los años 1990s y se encuentra en la parroquia de Ntra. Sra. del Rosario, en la capilla de su nombre.
