Festividad de la Virgen del Villar
Esta festividad se celebra el segundo domingo después de Pascua de Resurrección.
El día de la Patrona es el domingo, pero los actos se prolongan durante todo el fin de semana. Se celebran encierros de reses bravas el viernes y el sábado, espectáculos musicales en carpa montada en la Plaza de los Fueros, la tradicional hoguera en la Plaza de España en la noche el sábado y otros actos populares y festivos.
El sábado se celebra una misa y salve solemne en el Santuario. El domingo se realiza la romería al Santuario de Nuestra Señora del Villar. A las 6 de la mañana se celebraba la misa primera, a las 8 la misa de hermanos y la misa mayor o función a las 12 del mediodía.
Como los tiempos cambian, la misa de las 6 de la mañana creo que no se celebra, la de Hermanos se ha trasladado a las 9 y es amenizada por la “Rondalla Centinela” y a la misa mayor que se celebra a las 12, asisten las autoridades y es cantada por el Orfeón Virgen del Villar, predicando un religioso corellano.
La primera noticia escrita sobre el típico almuerzo de tortilla con chorizo, en esta romería, es del año 1919. Parece ser que se comía entre la misa de Comunión y la misa Solemne, en el entorno de la iglesia y en la huerta. Para comulgar había que estar en ayunas; considerándose ayuno el no haber comido nada desde las doce de la noche del día anterior, ¡había que reponer fuerzas!.
En los años 1950s se podían ver almuerzos de lo que hoy se considerarían exquisiteces culinarias como anguila en salsa, ancas de rana, patorrillos, huevos con espárragos, productos muy socorridos en aquellos años.
Ya posteriormente, los corellanos acuden desde primera hora de la mañana y durante todo el día a la ermita y tras asistir a las funciones religiosas, unos regresan a la ciudad y otros se reparten en grupos por la amplia huerta del convento de los PP. Pasionistas, para encender sus fogatas y guisar el típico calderillo, menestras de verduras, costillas asadas y todo tipo de viandas, regadas con ricos caldos de la zona.
Algunas cuadrillas regresan al pueblo bien entrada la tarde para cenar en familia o en cuadrilla en los cuartos o bajeras preparadas para estos actos.
En los años 1940-60s, los actos se limitaban a la hoguera en la plaza de España y música el sábado y los actos del domingo en que se acudía a la ermita con bocadillo de la clásica tortilla con chorizo para almuerzo y siendo ya un poco mayor, se solía comer con la cuadrilla en la huerta de los frailes.