Los hermanos Escribano “Tolos”, construyeron en varias etapas un complejo residencial denominado “Gran Paraíso” dotado de más de 65 habitaciones dobles, gran salón para 400 personas, apto para todo tipo de celebraciones, comedor, piscinas, frontón, pista de tenis, parking, etc.
El principal artífice e iniciador de la actividad fue Antonio Escribano López, quien a partir del bar “Las Vegas” en la Plaza de España, con espíritu emprendedor, motivó e inició a sus hijos en el sector de la hostelería, consiguiendo con trabajo y profesionalidad crear un gran complejo hotelero. Daniel, Roberto, Antonio y Antero Escribano, han dedicado su vida laboral a esta realización, con una gran visión para este tipo de negocios, apoyados también por sus hijos.
Antonio Escribano padre, padecía sordera, pero hablando para que pudiese leer en los labios, no había problema para comunicarse y algunos corellanos comentaban cariñosamente cuando ampliaba el negocio ¡Pues eso que es sordo, que si llega a oír!
Las sesiones de bailes en las fiestas patronales eran de máxima importancia para la juventud. “El Paraíso” organizó la primera sesión de baile el año 1953, comenzando los años fuertes a partir de 1962 y 1963, costando la entrada al baile 12 pesetas y el abono para todas las fiestas 30 duros, es decir 150 pesetas.
Este complejo, ubicado en calle Arrabal número 8, se vendió en el año 2006 a una promotora para edificación de viviendas, finalizando de este modo la etapa de más de 50 años dedicados a esta actividad.