Las caballerías arrastran un trillo, donde en esta ocasión, van montadas varias personas; en otras ocasiones se colocaban sacos u otros pesos, a fin de ejercer presión sobre la materia que trabajaban y sobre la que se deslizan.
Los trillos eran aperos agrícolas formados, generalmente, por una plataforma de madera que, en su parte inferior tenían incrustadas piedras de pedernal o sierras de hierro para realizar la labor de cortar y desmenuzar los tallos o envolturas vegetales de productos agrícolas.
A base de realizar pasadas sobre los cereales o leguminosas, como trigo o habas, se conseguía facilitar la separación del fruto de sus tallos o envolturas.
Una vez considerado que estaba suficientemente triturado se recogía la parva y si hacía viento se aventaba; caso contrario se guardaba para una ocasión propicia, realizando de este modo la separación del grano de los restos.
Aventar consistía en aprovechar el viento para que echando al aire la parva, el grano quedase en el suelo, por su mayor peso y la paja y restos fuesen arrastrados por el viento.
En las eras había una caseta, generalmente de adobe, donde se guardaban ciertas herramientas o aperos agrícolas, y también la parva para aventar en una ocasión propicia.
Una vez limpio el grano, ya estaba en condiciones para su almacenamiento o utilización.
Estas tareas se realizaban habitualmente en las eras.
En esta ocasión los hermanos Catalán Escribano están trillando en su propia era. Puede apreciarse la proximidad a la población, por la poca distancia existente entre la era y la iglesia de la Merced.
