Como se aprecia, las riadas eran muy espectaculares, de ahí la concurrencia de corellanos, para contemplar la magnitud de la riada.
En la fotografía se observa que el agua casi cubre en su totalidad la luz del puente.
Creo que esta riada de junio de 1936, erosionó la base de una de las dos pilastras (machones), la más próxima al núcleo urbano y quedó sepultada en el lecho del río, estando bastantes años únicamente con un apoyo central, hasta la construcción del nuevo puente en 1963.
Otra gran riada se puede apreciar en siguientes fotografías, correspondiente al año 1956.
