El depósito de agua ha sido un referente en Corella y se conservó hasta el año 2002 en que fue demolido para construcción de las viviendas de las familias Juan Carlos Lázaro-Mª Villar Ochoa y Jesús Alduan-Mª Jesús Ochoa, calle Urbanización Combonianos números 58 y 56.
El constructor corellano Antonio Ochoa Igea “Cante”, padre de Mª Villar y Mª Jesús, realizó el derribó y requirió los servicios de una empresa de Tudela para finalizar su demolición, ya que además de estar muy sólido, por la altura de la construcción, requería no se produjese daño alguno en las viviendas circundantes.