Capilla que fue suprimida en la reforma de la Iglesia realizada el año 1953 y que estaba en la fachada de la Plaza de los Fueros. Se intentó respetar, en un principio, pero finalmente se eliminó.
Estas imágenes protagonizaban cinco de los pasos de la procesión de Viernes Santo: Cristo atado a la columna “La Flagelación”, Jesús con la Cruz a cuestas, el Descendimiento, La Oración del Huerto y el Ecce Homo “Cristo de la caña”. Algunos han sido remodelados, restaurados e incluso ampliados con nuevas figuras en la composición y formación del paso.
El paso de “La Oración del Huerto” era el más llamativo porque hasta finales de los años 1970s, era adornado tradicionalmente con frutas exóticas y golosinas, colgadas en el olivo integrante del paso, por Pedro Sánchez, de la familia Sánchez-Arnedo, los “Sánchez” de la calle San Francisco “Barrio Bajo”.
Finalizada la procesión, las frutas se donaban a corellanos enfermos que lo solicitaban a los Sánchez-Arnedo. Los frutos e incluso el olivo se consideraban como algo bendecido. Las frutas sobrantes eran entregadas por la familia Sánchez-Arnedo en el Asilo-Hospital “San José”.
En el año 2006, “Los Sánchez” todavía continúan colaborando en los gastos propios del paso, como son las flores y batería para la iluminación.
En aquellos años, era habitual y tradicional que, las personas que representaban figuras bíblicas y acompañantes, en el transcurso de la procesión, repartiesen caramelos a sus amistades. Los caramelos, en los años 1960s y 1970s, tenían una magnífica aceptación, y se procuraba llamar la atención de los conocidos para que te diesen dulces. ¡Era un acontecimiento! Tanto si recibías los caramelos, como si los repartías, según fueses espectador o integrante de la procesión.
El “guirigay” que se organizaba hasta la llegada de los primeros pasos era notable y se asumía con mucho cariño, pero a partir de ese momento la procesión transcurría por los cauces de recogimiento y silencio propios del acontecimiento que se rememoraba.
A partir de década de los 1970s, se suprimió lo de los dulces, eliminando uno de los elementos más genuinos, pero a la vez, fue adquiriendo la categoría y prestigio que posee actualmente, que va incrementándose cada año por el buen hacer de los corellanos y la dedicación, trabajo y organización de los miembros de la Hermandad de la Pasión. Lo de los caramelos no acababa de entenderse por los visitantes.
Hasta esos años, la procesión salía de la Parroquia de San Miguel y proseguía por calle San Miguel, La Cruz, Mayor, Plaza España, Rúa (E. Malumbres), Plaza de los Fueros, Crucero, Avda. Escudero, San Francisco, Plaza Baja, Reja y Santísimo Sacramento y regreso a la Parroquia de San Miguel.
Los pasos y representaciones del Rosario se trasladaban media hora antes a San Miguel.
Posteriormente salía de la iglesia de la Merced hasta el derribo de la iglesia, en el año 1978, trasladándose la salida a la Parroquia del Rosario, de donde sale hoy día, prácticamente en sentido inverso al anterior recorrido.
