En el Claustro bajo podemos ver, entre otras obras, una estatua de San Francisco Javier que antes estaba en el retablo mayor de la iglesia.
Seguidamente está el confesionario de las monjas y en ese ángulo del claustro se encuentran las tumbas de las benedictinas de San Plácido de Madrid que vinieron a fundar este monasterio a Corella.
Una estatua de San José, parece de talleres granadinos y que antes se encontraba en un retablo en la iglesia.
Siguiendo el ala perpendicular nos encontramos con una de las piezas notables del Museo, como es un “Relieve en alabastro de la Caridad”, ya que se trata de un gótico isabelino tallado por Gil de Siloé para el Hospital de la Caridad, que los Reyes Católicos fundaron en Alcalá de Henares en el año 1493.
Un busto de Cristo en piedra, que es obra del escultor malagueño Francisco de Palma Burgos, quien lo talló en 1948, y estaba en el jardín de los patronos de esta fundación.
Una magnífica talla policromada en un solo bloque de arenisca, de estilo románico y que data de los siglos XI o XII, aunque el dibujo a color de la túnica podría ser de un retoque posterior, que representan a San Celedonio y San Emeterio.
Estos santos hermanos fueron militares y mártires en Calahorra (La Rioja) en el siglo IV, estando representados San Celedonio con la mano derecha bendiciendo y sosteniendo el Evangelio con la izquierda, y San Emeterio sosteniendo su propia cabeza con la mano izquierda y, sobre su cuello seccionado, se posa el Espíritu Santo en forma de paloma blanca.
Tiene unas dimensiones de 1,04 metros de altura por 0,61 metros de anchura y 0,33 metros de fondo.
