0000-00-00 – José Luis Arrese saludando al sacerdote corellano Antonio Arellano López (les unía una gran amistad), que durante años fue, al mismo tiempo, párroco de ambas Parroquias de Corella y que ya en esos momentos ejercía de capellán en la iglesia de La Milagrosa, donde convivía con las monjas, por su avanzada edad.
