El órgano fue diseñado por Marcos de Angós y ejecutado, en 1732 por José de Lesaca, maestro escultor de Lerín, con la colaboración en las esculturas de bulto (cuatro angelitos) de José Serrano. El instrumento musical, lo hizo el maestro organero José de Ripa, también de Lerín.
Lerín fue en el Barroco, uno de los lugares más destacados en la difusión del órgano ibérico, donde llegaron a trabajar hasta dieciocho organeros.
