Construido en 1953, en esta edificación estaban ubicados los vestuarios de los equipos de fútbol del C.D. Corellano, la vivienda del Conserje y varias salas de juegos y otros entretenimientos para los jóvenes corellanos, principalmente pertenecientes a las organizaciones juveniles.
A su cargo estaba como conserje Hilario Armendáriz Díaz “Cestero” que vivía en el edificio con su esposa Nieves Monreal Ochoa, y sus hijos Pili y Manolo. Nieves lavaba los uniformes de los equipos e Hilario, gran aficionado al fútbol, ejercía también de utillero.
Hilario compaginaba su cargo con la peluquería de caballeros que tenía en la calle Mayor número 10. (Posterior bar de Pablo López “Pachín”).
