El Padre Emeterio Monge, palentino de origen y corellano de corazón, fue el promotor de la idea de la Coronación Canónica de la Virgen del Villar, que recogería las voluntades, apoyos y colaboraciones de autoridades religiosas y civiles, así como las de todos los corellanos, hasta alcanzar este deseado momento.
El P. Emeterio encontraría la muerte en un desgraciado accidente de moto, en las proximidades del Santuario.
En agosto de ese mismo año, 1956, la diócesis de Pamplona sería elevada a metropolitana, pasando a ser Arzobispado de Pamplona y Obispado de Tudela, tras la incorporación a la diócesis de Pamplona de 35 parroquias navarras procedentes de las diócesis de Tarazona, Calatayud y Zaragoza. Entre estas 35 parroquias se encontraban las de Corella. El primer Arzobispo de Pamplona y Administrador Apostólico de Tudela, sería Monseñor Enrique Delgado Gómez, que ya era Obispo de Pamplona desde 1947, permaneciendo en Pamplona hasta el año 1968. Enrique Delgado falleció en Pamplona en 1978.