A partir de unas piedras calizas, se troceaban, se mezclaban con agua en depósitos o grandes recipientes y se obtenía la cal, para su utilización en construcción, para encalar y blanquear fachas y casas. La labor de blanquear casas y fachadas, se realizaba generalmente una vez al año, y habitualmente se elegían fechas señaladas como días antes de las fiestas patronales; era una medida de saneamiento interno y externo.
0000-00-00 – El albañil Fermín Lázaro “Zambombo”, elaborando cal en su domicilio de la Placeta de la Abadía, 6.
