Se está iniciando el ensanche con la construcción, a partir de 1944, de 25 viviendas protegidas, llevada a cabo por la Obra Sindical del Hogar. Estas viviendas dieron lugar a los números 32, 34 y 36 de la calle Fitero y a los números 1, 3, 5, 2, 4, 6 y 8 de la calle General Mola, actual José Alonso Ruiz.
La casa con dos jardines, en uno de los cuales se encuentra el letrero, eran seis pisos llamados “de los maestros”. En el letrero se puede leer: “C.N.S.; Obra Sindical del Hogar; Viviendas Protegidas; Grupo de Ntra. Sra. Del Villar; Constructores; Martínez Garcés y C.; Pamplona”. Se inauguraron en mayo de 1946.
En los momentos de la fotografía, Corella está iniciando una importantísima ampliación de su casco urbano, construyéndose viviendas en las prolongaciones de las calles Fitero, Pozo y Santa Bárbara principalmente, hacia el camino alto del Villar, Ombatillo, etc., motivando una transformación enorme de esta zona en las que había terrenos dedicados a eras, bodegas y alguna edificación diseminada.
Entre los años 1951 a 1961, se construyeron en Corella viviendas protegidas, promovidas por el Ayuntamiento y que se realizaron en tres fases: 100 primeras viviendas construidas a través del Instituto Nacional de la Vivienda (las primeras 42 fueron inauguradas en 1951 y las últimas el día 5 de diciembre de 1952); 150 viviendas en una segunda fase, a través del Patronato Francisco Franco y en los años siguientes una tercera fase de 125 viviendas.
A partir de esos años, se inicia un proceso general de construcción de viviendas en esta zona; unas veces se trata de promociones con ayudas oficiales, otras de promoción y construcciones totalmente privadas, experimentando un crecimiento que duplica la extensión urbana de Corella, llenando sus nuevas calles con viviendas unifamiliares, pasando a ser una de las ciudades más cómodas y modernas. Creo que detrás de estas realizaciones estaba el que fue Ministro de Vivienda, José Luis de Arrese.
A toda esta zona o barriada, con una denominación genérica, se le llamará “casas nuevas”.
La ampliación del caso urbano, como se iría comprobando paralelamente, no estuvo motivada por un aumento de la población ya que el censo entre los años 1940 y 1990 apenas si experimentó un incremento de 727 habitantes; sin embargo el de viviendas sufrió un incremento espectacular resultando 1.759 nuevas viviendas en este mismo periodo. Este hecho reportó una mejora en la calidad de vida y ha supuesto un incremento del patrimonio de los corellanos.
En esa nueva zona, con la ampliación y consolidación de calle Laurel, se construirá un campo de fútbol, instalaciones municipales con piscinas y muy posteriormente un pabellón polideportivo y complejo deportivo con piscinas, pistas de tenis y frontones. También se promueve la creación de un polígono industrial, que sufrirá varias ampliaciones, trasladando y reagrupando industrias y actividades.
