Este cine se inauguró el domingo 2 de septiembre de 1956, a las 11 de la mañana, con un acto para invitados de Corella y su comarca. Ya en programación de forma habitual, en la sesión de las 5 de la tarde, de ese mismo día, con la proyección de la película “Duelo en el fondo del mar”, en sistema cinemascope.
Su capacidad era de 999 localidades, siendo construido y administrado por la empresa Burgos, cuyo propietario era Juan Burgos Pamplona, de Cascante.
Este Cine-Teatro fue cerrado el año 1987.
El nombre dado a este Cine, fue en reconocimiento a Blas de Laserna y Nieva, nacido en Corella el 3 de febrero de 1751, en la calle de San Roque (actual Pascual Pérez Oñate), en lo que era posada de la “Tía Cayetana” y que falleció en Madrid el 8 de agosto de 1816.
Compositor español, gran maestro de la tonadilla, precursor de la zarzuela, de la ópera española y del Conservatorio Nacional.
Marchó a Madrid en 1768 y se casó en 1773 con María Teresa Adán y Guillorme, nacida en Tudela, de padre tudelano y madre corellana. Corella estaba muy presente en este matrimonio.
En 1774 empezó a estrenar en los teatros de Madrid sus famosas tonadillas y en 1776, sin haber cumplido todavía los 25 años, obtuvo la plaza de oficial, que la muerte de Antonio Guerrero dejó vacante en la compañía de Eusebio Ribera, obteniendo en 1779 la plaza de “Compositor de Compañía”.
Escribió 868 piezas, la mayoría tonadillas, entre las cuales hay una ópera (más correcto sería definirla como zarzuela) “La gitanilla por amor”, sin contar “El Fígaro” porque no llegó a representarse, una zarzuela “El premio de la constancia”, 60 sainetes, 109 comedias y sobre todo 683 tonadillas, dejando un legado muy extenso.
El 21 de enero de 1795 muere su esposa María Teresa Adán y el 27 de enero de 1796 contrae nuevas nupcias con María Pulpillo y del Barco, que falleció en 1809.
A raíz de la Guerra de la Independencia contra la invasión francesa, el público no acude a los teatros y Blas pasa estrecheces económicas.
Blas muere un 8 de agosto de 1816, nueve días después de haber realizado declaración de pobre ante un escribano público.
