Se informa de instancia de Pedro Catalán y Jenaro Viscasillas, como herederos fiduciarios de Pascual Pérez Oñate, exponiendo que siendo la voluntad del testador fundar un asilo de ancianos y que el construir el edificio costaría la mayor parte de los fondos de la herencia, solicitan al Ayuntamiento, por razón de economía, permita su instalación en el Hospital Municipal, por ser más bien que establecimiento de enfermos, una casa de asilados; se considera el asunto muy interesante y se acuerda que el tema pase a la Junta de Sanidad para inspección del edificio y en su caso se convoque al Ayuntamiento, Veintena y Mayores contribuyentes, para resolver lo más conveniente. Se acuerda contratar con Esteban Sánchez y con Galo Ruiz unos fuegos artificiales a quemar en la noche del día 28 en la Plaza de la Merced, siendo ambas colecciones quemadas una a continuación de la otra.