Se acuerda que, con lo recaudado por la contribución ordinaria del 5%, del segundo trimestre, se abone a la Junta de Merindad, el último plazo de contribución de guerra, llevando a Tudela, para su liquidación todos los recibos de suministros realizados hasta la fecha. Se comisiona para esta gestión al Concejal Tiburcio Ayala y al Secretario de la Corporación. Con el resto, se acuerda se atienda también y con preferencia, el pago de las cantidades que se adeudan a los dos conventos de Monjas enclaustradas (Araceli y San Benito), establecidos en la Ciudad. Se acuerda que los cosecheros vendedores de vino a taberna, para ejecutarlo, se valgan únicamente de sus hacedores, sin que estos lo verifiquen más que para un año, aun en el caso de que al tiempo fueran hacedores de varios propietarios y que las tabernas de Faustino López Peña y la de Sebastián Atienza, que se consignaron como si fuera una, abonen una parte del importe de la patente con las tres tabernas restantes (luego en estas fechas había 5 tabernas: estas dos y las de Patricio Malumbres, Claro Mateo y Pascual Sesma). Se acuerda que, para atender los gastos de guerra, se imponga una contribución extraordinaria del 10% sobre la riqueza, con inclusión de los que en la actualidad están exceptuados de su pago.
