Mediante oficio de la Diputación, se suprime el Impuesto sobre trigo, harinas y pan. Para paliar esta bajada de impuestos se fija que la dotación de los Médicos-Cirujanos se cubriese por medio de una contribución en trigo, clasificando para el pago al vecindario en función de sus posibilidades, quedando fijando desde medio a cuatro robos de trigo.
