Por las consideraciones que en el auto se exponen, respecto a la situación existente entre los jornaleros y braceros del campo, se acuerda que por los médicos y cirujano, se socorra a los enfermos vecinos de esta Ciudad, debiendo presentar los justificantes oportunos al Depositario. Confirmándose la existencia de bastantes niños infectados de Tiña, y con el fin de realizar su perfecta curación, se acuerda se proceda a su traslado al Santo Hospital de Zaragoza, como más adecuado, como ya se realizó en el año 1898, solicitando al Real y Supremo Consejo, la facultad oportuno para atender los gastos de los necesitados, ya que los padres pudientes deberán atender a su costa la curación de sus hijos. Se presenta memorial del médico Joaquín Garijo, exponiendo la indigencia en que se encuentran muchos de los enfermos y la necesidad que hay de socorrerles y, se acuerda que una copia de este memorial se remita el Real y Supremo Consejo. Por indicación de los médicos, se acuerdan las medidas oportunas para que en el Santo Hospital, se pongan en cuarto separado, dos camas para atención de forasteros que puedan tener enfermedades que puedan ser contagiosas.
1804-04-17 – (Medidas ante situación grave por enfermedad de vecinos).