Entre otros asuntos, se acordó que, habiendo sido cesado por su Señoría, Nicolás de Sierra, para la venta de pan y tratando las solicitudes existentes, se acordó con Francisco Delgado, para que realizase la venta del pan que se amase por cuenta del Vínculo y por los particulares, percibiendo 5 reales fuertes diarios, y quedando a beneficio del Vínculo lo que las panaderas venían pagando, que era de 12 maravedíes por cada carga de pan, más los beneficios de los cornados de la plata y oro que recogiere la dicha venta. Este nuevo sistema se hacía de forma provisional y caso de no obtener beneficio el Vínculo, se trataría del sistema anterior. Sobre lo que se define como “beneficios de los cornados de plata y oro”, entiendo se refiere a que si por la venta de pan, se recaudaban monedas de oro o plata, estas pasaban a la caja del Vínculo. Era importante disponer de monedas de plata y oro pues siempre mantenían su valor y eran admitidas por todos, a diferencia de las monedas de cobre, lo que llamaríamos calderilla, que no siempre eran aceptadas por todos. De hecho, por las Diputaciones y otros centros oficiales de recaudación, cuando se abonaban las cantidades que correspondían por contribuciones u otros impuestos, se indicaba el porcentaje que se debía abonar en oro y plata, que era la mayor cantidad, quedando muy limitada la cantidad a entregar de calderilla.
1793-02-16 – (Cambio casa para la venta de pan y asignación cantidad fija diaria).
