Que siendo varias las panaderas aventureras que, con título de panecillos, y no siendo de la calidad competente, venden el pan a precio de 20 maravedíes, deseando cortar este inconveniente y así mismo haya abastecimiento de panecillo hueco y sobado de trigo lavado, para todos los vecinos que lo quisieren comprar, de la calidad que se requiere, se nombra para este efecto a Theresa Maset, panadera, dándole facultad para que lo pueda amasar y vender a precio de 20 maravedíes las 3 libras, prohibiendo lo pueda hacer otra persona alguna bien sea panadera ni aventurera, pena de 2 ducados, y que estas sólo tengan para amasar y vender el pan común, al precio que les está señalado, cuya providencia se hizo saber por bando público, tanto que no se propasen a vender este espacie de pan, los que no tienen facultad, como para que los que quisieren comprarlo acudan a la casa de dicha Theresa Maset, quien habiendo comparecido ante su Señoría, aceptó la facultad que se le confiere, y prometió abastecer de pan hueco y lavado de buena calidad y trigo lavado, al precio referido de 20 maravedís las 3 libras. Que todos los vecinos que sus heredades tengan escorrederos abiertas al Camino Real de la carretera de Tudela, para verter las aguas a dicho Camino, las cierren inmediatamente, pena de 8 reales, cuya providencia, igualmente se hizo saber por bando público.
1784-03-07 – (Sobre venta de pan. Campos en carretera de Tudela).
