Se reunieron los señores Alcalde y Regidores, para determinar sobre la prisión de Juan Rincón, alias “Monterillas” y la de Pedro Garay, tejero, y otros asuntos. Respecto al asunto de la alacena de la iglesia de San Miguel, se acordó que se hiciese cargo el Vicario Antonio de Ágreda y Altabas, dejando fuera de responsabilidad al presbítero sacristán Phelipe García, informando a estos el Escribano infrascrito; y en consiguiente se mandó sacar de la cárcel a dicho Juan Rincón, campanero y fuel lista de la iglesia de San Miguel que fue nombrado por su Señoría, apercibiéndole que había faltado al respeto y autoridad de la Ciudad y que por el momento se le dejaba en dicho empleo, prometiendo dicho Rincón, que en adelante, además de la obediencia, deberá cumplir con su obligación. Se mandó parecer a Pedro Garay, tejero y hecho la carga del paradero de la hornada de obra de ladrillo y teja, y del motivo que había tenido para no dar aviso a los veedores, para su registro, manifestó haberles avisado y que no era culpa suya que, viéndose necesitado, se vio en la premisa de dar para oficina de la villa de ¿Cintruénigo? al Depositario de ella, como mil y más obras, pero después de estos se halló con todos los carros de Pueblo, y en día y medio poco más, se le trajeron toda la obra, como lo hacía ver por el cuaderno que exhibió, en donde contaba lo que expuso dicho Garay. Y en vista de ello, se mandó por su Señoría dar libertad a dicho Tejero, y apercibió para que en adelante, sin licencia de la Misma, no permita llevar obra, que no sean practicadas las diligencias de “visura” y demás correspondiente.
1782-11-09 – (Prisión de Juan Rincón, campanero de San Miguel. Sobre prisión del Tejero).
