Estando juntos los señores D. Juan Virto de Vera, D. Miguel Ágreda y Bardají, D. Miguel Ágreda y Virto, Juan Antonio Virto y Rincón, Ramón Serrano y López, Juan de Yanguas y Pedro Navarro y Segura, Alcalde y Regidores de esta Ciudad, yo el Escribano infrascrito, doy fe, leí e hice saber la Real Provisión en que manda se dé cuenta al alcalde más antiguo de la Real Corte de este Reino, de los homicidios y delitos graves que comprende, y se halla inserta en este libro; Así bien leí la ley 62, folio 150, del cuaderno de leyes establecidas en las Cortes celebradas en este Reino los años 1765 y 1766, sobre tasa de Jornales de Peones y demás que contiene dicha ley; Así mismo les hice saber la declaración hecha por Joseph Argós y Virto, maestro de obras, del estado en que dejan los antecesores del Gobierno del año último, el camino Real de la rotación que va al Reino de Castilla, de que está encargada esta Ciudad, cuya porción no necesita reparo, para que de todo ello les conste a su tenor, y enterada su Señoría, dijo que se da por advertida de todo, así lo respondió y no firmó por no ser costumbre, y en fe de ello firmé yo el Escribano, Notifiqué yo, Juan Renault y García.
