Entre otros asuntos, se acordó que respecto de hallarse la Ciudad, sin cantidad de trigo alguna para el abasto del Vínculo y no encontrar quien se lo venda ni al precio de 8 reales, se compren algunas cantidades para el dicho abasto y que las panaderas obligadas, vendan el pan a razón de 14 dineros y las aventureras a 2 tarjas y media. En un acuerdo anterior, ya se había prohibido que ningún vecino vendiese trigo a ningún forastero, ni que se sacase trigo de la Ciudad. Que se eche bando público en los puestos acostumbrados, para que todos los que hubiesen venido a esta Ciudad y se hallen en la misma, de 6 años a esta parte, comparezcan dentro de 4 días en las casas públicas de la Ciudad, a dar cuenta de dónde son y qué oficio tienen, para deliberar a los que se les hubiere de mandar desocupen la Ciudad y que a todos los que no comparecieren dentro de dicho término, se les eche del lugar y que ningún vecino ni habitante pueda dar casa a renta a ningún forastero sin licencia de la Ciudad. (Entiendo que esta medida pueda estar motivada por la escasez de trigo y en consecuencia de pan).