Acordaron que respecto de que habiendo salido los señores Joseph de Ágreda Bardají y Pedro Virto y Ágreda, Regidores de esta Ciudad, a desplantar un albal o heredad que nuevamente ha plantado viña en los Montes Comunes de esta Ciudad, donde la llaman La Junquera, D. Joseph Casado, presbítero vecino de la villa de Cintruénigo y hallándose en dicha heredad los dichos señores Regidores, en compañía del Secretario de apoyo Diego Floristán y Mathías Bazo Ranal, agrimensores, el Secretario infrascrito y otras personas, a instancia del dicho Joseph Casado Blas de nos notario apostólico vecino de la dicha Villa, notificó a los dichos señores y Regidores unas letras de excomunión, despachadas por el provisor de este Obispado, mandando a los señores Alcalde y Regidores de esta Ciudad, pena de excomunión les sentencie “in acanónica monicione” y que facta y nadrenda y de 200 ducados a cada uno, no hicieran la dicha desplantación y ni viéndoles para ello y otras cosas contenidas en el dicho despacho, por lo cual dejaron de hacer la dicha desplantación en ejecución de las sentencias que la dicha Ciudad tiene ganadas y escritas de concordia confirmada por el Real Consejo de este Reino y ordenaron sus señorías se consulte esta materia con sus abogados que tiene en la ciudad de Pamplona, para su mayor acierto y dictamen y habiéndola consultado así con los dichos abogados, como con los que tiene en esta Ciudad, y juntado las personas de su Veintena y otras personas de su Ayuntamiento, se resolvió partan a la ciudad de Tarazona los señores D. Miguel Sánchez, D. Joachín Escudero y Peralta, personas del dicho Ayuntamiento a hacer representación al Ordinario de este Obispado y su Vicario General, de la mucha justicia que tiene Corella y que se cumplen todas las sentencias que tiene ganadas esta Ciudad en escritura de venta de los Montes de Cierzo, con la de concordia y su confirmación y aprobación de los autos y exemplares de haber desplantado a los vecinos de Cintruénigo, así eclesiásticos como seglares, todas las heredades que después de la dicha escritura y antes de ella se han plantado en dichos Montes de Cierzo, que son de pasto común de los gozantes en ellos para que se pueda hacer la desplantación de la viña que nuevamente ha plantado el dicho Joseph Casado, dando cuenta los dichos comisarios de las diligencias que hicieron, según la orden que se les ha dado, en conservación de los derechos de esta Ciudad. (¡Vaya con el cura cirbonero!, que con un papelucho quiso meter el miedo en el cuerpo a los corellanos, claro era el año 1695).
1695-06-09 – (Sobre plantación indebida de viña por Joseph Casado, cura de Cintruénigo).