Dijeron que atendido que el Licenciado Martínez de Arizala, abogado de las Audiencias Reales de este Reino, que lo era nombrado por la dicha Ciudad, para sus negocios es muerto según se le ha dado cuenta a esta Ciudad, por lo cual es necesario se nombre otro abogado que lo sea de esta Ciudad a una con el Licenciado Lucas de Iblusqueta que aun lo es de esta Ciudad y bien tenga dos abogados que cuiden de las solicitudes y defensa de sus negocios y porque están informados de sus muchas letras y se dio al Licenciado Don Francisco de Elizondo, abogado de las Audiencias Reales de este Reino, desde luego por esta acceso y de tenor, se elijen y nombran por tal abogado de dicha Ciudad, con el salario ordinario de seis ducados en cada año y se le escriba y haga notorio dicho nombramiento y así lo acordaron y firmaron, con mí el Secretario.