Las crecidas eran frecuentes y el cauce se iba ensanchando, ya que el río en sus avenidas se apropiaba de fincas de sus orillas, arrastrando la tierra de cultivo y dejando suelos llenos de cascajo y a ras del cauce, resultando imposible su recuperación como tierra de labor, ya que el esfuerzo realizado quedaba supeditado a las características de la próxima riada.
De la magnitud de esta gran riada de junio de 1956, pueden servir de referencia las cifras de las tierras arrastradas por esta crecida que en Corella fueron de 120 robadas, que desaparecieron, quedando incorporadas a su cauce y fueron anegadas unas 920 robadas de tierras de regadío.
En Fitero se registraron unos daños con cifras similares y en Cintruénigo los daños fueron más reducidos (aproximadamente la mitad), en cuanto a Navarra se refiere; siendo también importantes los daños causados en la Provincia de Logroño (Actualmente Comunidad Autonómica de La Rioja), principalmente Cornago, Igea, Cervera del río Alhama y Alfaro.
En Cervera del Río Alhama los daños fueron producidos por este río, mientras en Cornago e Igea fueron causados por el río Linares, que se une con el Alhama cerca de los Baños de Fitero.
En Corella, fueron dañadas en mayor o menor medida las presas de Araciel, Burcemay, Ampol y Cañete, siendo varias prácticamente destruidas.
A consecuencia de esta riada se consiguieron ayudas económicas y créditos a bajo interés y de reintegro a largo plazo, consiguiendo la iniciación de las obras de canalización definitivas del río Alhama.
El Ministro de Vivienda Sr. Arrese, casi corellano, fue el interlocutor ante los distintos ministerios, posibilitando las gestiones de la Comisión formada por navarros y riojanos a este efecto, con el Ministro de Obras Públicas Jorge Vigón, con el Ministro Secretario General del Movimiento José Solís Ruiz y con el Ministro de Trabajo Fermín Sanz Orrio, de naturaleza navarra.
El resultado de las gestiones fue positivo para las poblaciones afectadas.
Al frente de la representación corellana figuraba su alcalde Julio Asiáin Gurucharri.
Coincide que algunas de estas autoridades nacionales habían estado en Corella el día 10 de junio, con motivo de la Coronación Canónica de la Virgen del Villar, ceremonia que contó con la presencia de Doña Carmen Polo, esposa del Jefe del Estado Francisco Franco.
