Probablemente construida en 1639 de fray Alonso de San José, por las similitudes con los retablos colaterales al altar mayor, es de gran relevancia y en este retablo se enmarca un gran lienzo firmado por Pedro de Orrente, pintor del foco toledano de la primera mitad del siglo XVII, que representa la Aparición de la Virgen y San José a San Teresa, en medio de una gloria de ángeles con el Espíritu Santo. Lo más importante de la capilla es el magnífico lienzo que ocupa la totalidad del precioso retablo.
Se cree que fue traído del convento de Ávila, por fray Alonso de San José con intención de colocarlo en el hueco central del retablo mayor, pero al ver que tanto el retablo mayor como los colaterales ya tenían advocación obligada y distinta, se decidiría a fabricar un retablo especial para colocarlo, aunque fuera un poco apretadamente, en esta capilla que años después se vendió.
Capilla comprada en 1653 por Miguel Escudero y Muro, para destinarla al enterramiento de su familia, abonando la cantidad de 500 ducados. Miguel pertenecía a la familia de los Escudero tan arraigada en Corella; era hijo de Gaspar Escudero y Peralta y de Martina de Muro y Serrano. Quizás el año 1653 no sea el año de compra sino el de formalización de la correspondiente escritura, ya que Gaspar Escudero y Peralta, padre de Miguel, falleció en Corella, siendo su alcalde, el 28 de enero de 1652 y pide ser enterrado en esta capilla, aunque su mujer Martina de Muro, fallecida en 1645, lo había sido en la iglesia de Ntra. Sra. del Rosario, en el panteón de los Luna. José de Luna y su primo León de Luna y Muro, eran herederos, entre otros bienes, del retablo de la Resurrección de Jesucristo, que en el colateral del Evangelio mandó construir Miguel de Muro y Luna en el año 1556. Aquí considero oportuno indicar que Miguel de Muro Luna y su esposa Catalina Gómez fundaron en la iglesia del Rosario una misa diaria perpetua llamada “De alba” porque había de celebrarse a primera hora de la mañana.
También en esta capilla de Santa Teresa fue enterrado el 2 de Octubre de 1655, un hermano de Miguel, Antonio que falleció en Peralta y al no tener descendencia, dispuso que su mujer Ana del Castillo Cabanillas y su hermano Miguel, fundaran con sus bienes un mayorazgo que había de vincularse al primogénito de la familia, es decir a Miguel, que, cumpliendo el mandato de su hermano, hizo la fundación en Granada el 5 de octubre de 1656 y añadió por su parte otros bienes, entre los que figura la capilla-enterramiento de esta de Santa Teresa.
Esta capilla ha estado ligada siempre a la rama principal de la familia Escudero y seguramente se habrían realizado más enterramientos, hasta fechas en que fueron prohibidos. El Concilio Vaticano II (1962-1965) sólo permite la inhumación de cuerpos de obispos o sacerdotes, en el interior de los templos.
El 5 de febrero de 2014, Juan Escudero Arévalo, falleció en su casa de Gran Canaria, hogar que consideraba como segunda residencia, ya que su casa en la calle Caballeros la consideraba como principal, y sus cenizas fueron trasladadas a Corella y están depositadas en esta capilla carmelitana. Entiendo que pudo realizarse por tratarse únicamente de sus cenizas.
