Debiendo incorporarse al Ejército, en breves días, los soldados del cupo último, se acuerda entregarles la cantidad de 75 pesetas a los destinados a Ultramar y a los que hayan redimido su suerte a metálico, y que a los demás se les entregue 25 ó 50 pesetas, según el estado de los fondos municipales al tiempo de su incorporación y la restante cantidad al año de dicha fecha.