Oferta y proposición de Manuel Marcilla, para construir cuatro trajes de las que se usan en la procesión de Viernes Santo, en hoja lata doble, pintados de color bronce y según el modelo requerido, por la cantidad de 800 reales, que serían pagados a la hora de la entrega de dichos trajes. El Ayuntamiento como no había recibido ninguna otra proposición, aceptó la de Manuel Marcilla, formalizando el compromiso escrito del mismo. Se despacharon otros diversos escritos.
