Enterada la Corporación de que en la calle del Solanar, estaba arruinada una casa propiedad de Miguel Baños, cuyo directo dominio correspondía al Marqués de San Adrián, y cuyo solar se estaba convirtiendo en un foco infeccioso, se convocó a Joaquina Martínez, mujer de Miguel Baños y a Julián Indave, Administrador del dicho Marqués, manifestándoles la obligación de levantar una pared, en el plazo máximo de 10 días, en caso contrario lo ejecutaría el Ayuntamiento, corriendo de su cuenta los gastos.
