Para cubrir la vacante del médico Martín de Anzano, se nombró por uno de sus médicos titulares a Francisco Mazico, médico en la villa de Cervera, con el salario de 350 ducados anuales, y amás lo que le diesen los conventos y dependientes de reales rentas y el tabaco, que no sujetándose al reparto de Ciudad, le llamaren para que los visite.