Como lo tienen de costumbre y tañida la campana ordinaria, se reunieron los señores D. Fernando Altabás y Luna, D. Félix Marquina Pérez de Funes, D. Joseph Roque de Ágreda y Serrano, D. Miguel Ágreda y Virto, Pedro Buñuel y Martínez, licenciado D. Manuel Morales y Lecumberri y Diego Bonel y Nesta, Alcalde y Regidores de esta Ciudad, al efecto de tratar, expedir y deliberar cosas y negocios tocantes y pertenecientes al bien común y política de dicha Ciudad, y, entre otros asuntos, el Secretario da fe de haberles leído las Ordenanzas del buen Gobierno que se hallan en el Libro Primero de la Novísima Recopilación en folio 507 y siguientes, y así bien doy fe de haberles leído el auto acordado por el Real y Supremo Consejo de este Reino, sobre fuerza de legos, sobre intestados y disposiciones de sus bienes en sufragio de sus almas, y así bien las providencias para trasladar los reos de delitos no exceptuados de las iglesias, que uno y otro se encuentran en este libro; y así bien doy fe de haber leído la Provisión Real para la observancia de la Pragmática Reformatoria de trajes establecida en la Ley 38 de Estella; y así bien la doy de haber leído la provisión, en que se manda publicar, observar y guardar el bando sobre pesos; y así mismo doy fe de haber leído la Real Provisión en que ordena que los Alcaldes Mayores y Ordinarios y demás que dicha Provisión expresa, para que den noticia al Fiscal Mayor, de los delitos que contiene; y así mismo de haber leído el auto acordado por dicho Real Consejo, prohibiendo el que ninguna persona pueda llevar puñales, almaradas, guiferos, rejones, dagas, bayonetas y otras que se contienen en el, bajo ciertas penas; y así bien la doy de haber leído a su Señoría el Rolde de pleitos que sus antecesores dejaron al tiempo que dejaron sus empleos, para que de todo a su Señoría le conste, y enterados dichos señores dijeron se dan por notificados.
