Entre otros asuntos, se acordó que los 50 ducados que dejó de limosna en su testamento para la fábrica de Ntra. Sra. del Rosario, Don Juan de Luna Muro, se gasten en dorar el retablo del altar mayor de la dicha iglesia. Y que 800 reales que restan de la limosna que ofrecieran los Beneficiados del Rosario, se gasten en el cancel que se ha de hacer para dicha iglesia, y que esta orden se dé al Vicario de la misma iglesia.
